6 años de Copa del Mundo en Casas Novas

equitación | Dic 2023
Carlos Miguel
La Copa del Mundo de saltos nació en 1979. La competición fue ideada por la FEI con la intención de globalizar el deporte y dar un factor de cohesión a las grandes pruebas que se disputan durante el invierno buscando mayores audiencias. Las nuevas series constaban inicialmente de varios grandes  premios calificativos repartidos en 2 ligas, Norteamérica y Europa, y una gran final con los mejores que se disputó en Gotemburgo (Suecia) y que ganó Hugo Simon. 45 años después, el circuito se ha consolidado y ha crecido de forma considerable tanto en número de participantes como de ligas y sedes  asta  er considerado un auténtico Campeonato del Mundo indoor al que España se incorporó en 1993. Oviedo, Sevilla y Vigo abrieron el camino hasta que Madrid tomó el relevo en 2014. 2 años después, Casas Novas, que ya organizaba competiciones internacionales desde 2000, entró en el circuito
con vocación de permanencia y en este 2023 va a celebrar su 7a edición. Un buen momento para repasar 6 años de emociones, de espectáculo y de deporte al más alto nivel.

Primera edición

40 fueron los participantes en el primer Gran Premio de la Copa del Mundo FEI de Casas Novas, trofeo Caixabank, y, de ellos, solo 7 consiguieron superar todas las dificultades del recorrido de Santiago Varela. El primero en salir al desempate fue Carlos López con un caballo, Admara, que ya había ganado previamente una prueba de la Copa del Mundo en Londres con su anterior jinete pero con el que le costó encontrar un punto de entendimiento. Según el colombiano, “era un caballo con el que teníamos la duda al comprarlo de si tendría la fuerza necesaria para saltar muy grande aunque había ganado muchísimo con Emanuele Gaudiano. Mucha gente no lo tenía claro pero yo sabía el trabajo que tenía que hacer y lo que necesitaba mejorar. Él saltaba siempre en 4a velocidad, un poco revolucionado, y tenía que aprender a saltar en 5a. Necesité más de 7 meses para entenderme con él pero lo tenía todo: mucho corazón, una gran fuerza mental y mucha rapidez”. Aquel día todo había fluido en el recorrido previo entre jinete y caballo pero quedaba poner la guinda. Y salir primero en el desempate no era, desde luego, una ventaja: “Admara era un caballo extremadamente rápido y podía arriesgar con él lo que quisiera, si hubiera salido el último habría podido ir mucho más deprisa pero saliendo primero no tienes claro cuánto riesgo puedes asumir y opté por un nivel intermedio: al principio fui más conservador y en la última parte del recorrido fui a por todas. Cuando terminé sabía que había ido rápido pero probablemente no lo suficiente para ganar un Gran Premio de la Copa del Mundo”. No parecía suficiente...pero lo fue. Nadie consiguió mejorar su tiempo y Carlos López se llevó la victoria por delante de Jane Richard, Ludger Beerbaum y Henrick von Eckermann mientras que Maikel van der Vleuten y los españoles Gerardo Menéndez y Sergio Álvarez Moya cometieron un derribo. “ Sufrí mucho hasta el final pero mereció la pena –dice el colombiano-. Fue muy emocionante, es un recuerdo fantástico que me quedará para siempre. Al acabar la prueba pensé que podían hacer más Copas del Mundo en España en otros escenarios porque gané la 1a en Madrid y gané la 1a en A Coruña. De hecho, ¡ahora vivo en España!”.

Conexión Madrid - A Coruña

A Carlos López se le dan muy bien los concursos españoles. Y algo muy parecido puede decirse de otro de los vencedores en A Coruña: Maikel van der Vleuten. El neerlandés había ganado el Gran Premio Global Champions Tour de Madrid en 2014 tras haberse impuesto anteriormente en la Copa de S .M . el Rey en la misma pista del Club de Campo en la que fue 2o en 2019. Precisamente este mismo año, Maikel llegó a Casas Novas con Beauville Z, un prometedor 9 años que tuvo que enfrentarse en el desempate a nada menos que 12 rivales, lo que obligaba a asumir grandes riesgos si se quería ganar. De hecho, 9 de los 13 caballos que habían hecho 0 repitieron recorrido sin falta en un barrage que quedó para el recuerdo de todos los asistentes por su emoción y espectacularidad. “Fue una victoria fantástica –recuerda ahora Maikel van der Vleuten-, especialmente porque el caballo era propiedad de Marta (Ortega) y ganamos delante de ella. Fue uno de los mejores desempates que recuerdo con el caballo a pesar de que era aún muy joven. Desde que lo compré no ha parado de sorprenderme, siempre ha hecho todo lo que le hemos pedido. Lo que más me gusta de él es su actitud, su mentalidad luchadora y la velocidad que puede llegar a alcanzar. Creo que es un poco mejor en pistas grandes pero en indoor también es magnífico”. El ganador se impuso por 72 centésimas a Emanuele Gaudiano con el poderoso Chalou y por 78 a Pieter Clemens.

El que gana en España repite

Otro jinete, en este caso amazona, al que se le da muy bien nuestro país es Edwina Tops-Alexander, que en este 2023 ha ganado el Gran Premio LGCT de Madrid. La australiana ha sido una de las grandes protagonistas de la Copa del Mundo de A Coruña ya que solo ella ha conseguido ganar 2 ediciones de las 6 que se han disputado hasta el momento. La primera victoria llegó en 2017, 7 años después de haberse impuesto en otro Gran Premio de la Copa del Mundo disputado en nuestro país, más concretamente en Vigo. De vuelta a Galicia, Edwina disputó la prueba más importante del
concurso con California, una yegua con la que había ganado su último Gran Premio antes de dar a luz en París, y que le dio en A Coruña su primer Gran Premio tras la maternidad: “Fue un triunfo muy especial para mí –reconoce ahora la australiana- porque era mi primera victoria tras ser madre, mis
padres vinieron desde Australia a verme y también estaba mi hija Chloe. El año anterior no había podido correr la Copa del Mundo en Casas Novas por un error mío ya que no terminé la calificativa del día anterior, acababa de saber que estaba embarazada y todo aquello me afectó mucho. Volver un año después, ya con mi hija, y ganar fue para mí muy gratificante”.

Un año después, en 2018, Tops-Alexander repitió éxito pero en otras circunstancias muy distintas y con otro caballo mucho menos experimentado que tenía solo 9 años: “Fue muy inesperado. La semana anterior había ganado con California en París y decidí dejarla una semana de descanso pensando
en Praga. No tenía pensado correr el Gran Premio de la Copa del Mundo con Vinchester, era un caballo que no había saltado nunca en ese nivel, lo llevé para las otras pruebas, pero el día anterior fue tan bien que me dije: ¿Por qué no? Así que decidí competir, pensé que podía hacer la prueba
pero, desde luego, no que podía ganarla, no tenía experiencia para ello. Por eso fue una victoria también muy especial”.

Volver y ganar tras ser madre

Edwina Tops-Alexander es una de las 2 mujeres que ha ganado la Copa del Mundo de A Coruña, la otra es Janne Friederike Meyer-Zimmermann. Las dos tienen además otro nexo de unión: ambas ganaron la prueba tras haber sido madres ese mismo año y ambas decidieron volver a la competición mucho antes de los 6 meses establecidos tras el parto aun sabiendo que eso les iba a suponer perder sus puntos en el ránking de jinetes. Según la alemana, “en ese momento, los puntos no eran lo más impor tante para mí sino tener la capacidad de decidir por mi misma cuándo estaba yo en condiciones de competir. Es una cuestión que va más allá de nuestro deporte y que se puede aplicar a todas las mujeres. Hasta que no tienes a tu hijo no sabes cómo te va a cambiar la vida, cómo te vas a organizar, y cuando consigues poner orden y ves que estás en condiciones de volver creo que es muy importante que las mujeres, ya sean depor tistas o madres trabajadoras , puedan decidir ellas cuándo hacerlo. Por eso hemos puesto en marcha la iniciativa EqualEquest para ayudar a que las madres, no solo en el mundo de la hípica, puedan volver a trabajar cuando ellas conside ren que e stá n pre p aradas , no puede haber una norma general para todos los casos porque cada caso es diferente. Aunque perdiera todos los puntos , creo que hice lo correcto”. También Edwina cree haber hecho lo correcto pero reconoce que, a diferencia de la alemana, el ranking para ella era por aquella época muy importante: “Yo estaba en el puesto 13 y volví en el 75, por eso el regreso se hizo duro. Reconozco que en ese momento llegué a obsesionarme con el ranking, toda mi vida giraba en torno a los puntos que podía conseguir cada semana para recuperar posiciones. Había estado 10 años en el top 10, había hecho 45 competiciones al año durante los últimos 20 años y esa era mi prioridad. Con el COVID vino una época terriblemente dura para todos pero para mí fue una etapa de ajuste en la que vi que había otras prioridades más importantes que estar compitiendo todos los fines de semana. Antes disfrutaba mucho con cada victoria, con ese ritmo de vida, pero ahora creo que soy más feliz y disfruto más que antes con mi deporte, y he visto que hay otras cosas en la vida que también me apetece hacer y que disfruto haciendo, estoy más con mi familia y hago cosas que antes no hacía. He aprendido mucho en este proceso, el ranking puede llegar a volverte loca y, probablemente, si quieres estar en el top 10 es casi necesario. Éste es un deporte que no te permite parar, hay competición cada fin de semana sin descanso, no como en la mayoría de deportes que paran en algún momento, los caballos tienen que mantenerse en forma y eso te exige mucho. Ahora tengo mis objetivos, los planifico pero de un modo diferente, con más calma y teniendo más en cuenta a Chloe”. Lo cierto es que tanto Edwina como Janne volvieron a la competición muy pronto tras la maternidad y que los éxitos no tardaron en llegar para ellas de nuevo. La australiana reconoce que no le costó demasiado volver: “El principal obstáculo era mental porque piensas que igual no montas igual pero yo hice un gran esfuer zo para mantenerme en forma durante el embarazo. Recuerdo que el primer día que volví a montar me di unos cuantos saltos para sentir que todo seguía igual y que no se me había olvidado, que seguía viendo bien las distancias para llegar a los obstáculos, y así fue. En un par de días a caballo todo volvió a la normalidad. Solo paré 5 meses , 4 semanas después de dar a luz ya estaba montando, 3 semanas más tarde competí en mi primer gran premio 5* haciendo un derribo y en diciembre gané en Casas Novas”. Janne dio a luz el 31 de enero de 2022 y a mediados de marzo ya estaba de nuevo compitiendo, en abril ganó el Gran Premio 4* de Hagen, en junio venció con Alemania en la Copa de Naciones de Sopot haciendo doble cero y en agosto se impuso en el Gran Premio 4* de Munster: “Ser madre no me hizo volver más fuerte pero, desde luego, no me debilitó. La cuadra ya había conseguido muchos éxitos antes y había un gran trabajo detrás con caballos que llevaban con nosotros mucho tiempo y a los que el descanso les vino muy bien para volver frescos y con ganas”. Los resultados acompañaron a la amazona alemana desde su regreso y la racha continuó en la que era su primera visita a Casas Novas: “Me sorprendió mucho el lugar, me quedé impresionada por las instalaciones y por lo bonito que es todo el recinto y las increíbles vistas que tiene. Ya antes de empezar estaba muy feliz y acabé más feliz aún. Recuerdo que el recorrido del Gran Premio estaba grande pero muy bien puesto, el problema no era el trazado sino el tiempo que estaba muy corto porque los primeros en salir fueron muy rápidos. Con la preocupación del cronómetro, los jinetes tenían que forzar y eso hizo que empezaran a llegar los derribos en casi todos los obstáculos y solo hubiera 2 ceros. En el desempate salí la 2a, vi que Harry Charles fue rápido y no tenía otra opción que arriesgar, forcé en la parte final y me la jugué porque  sabía que en el peor de los casos iba a ser segunda”. 35 centésimas dieron su primer Gran Premio de la Copa del Mundo a Janne Friederike Meyer-Zimmermann con Messi van’t Ruytershof, un caballo que no responde al perfil más idóneo para la competición en cerrado: “Es un caballo muy especial, muy  limpio, quizá no sea el más adecuado para competiciones indoor porque es muy grande, no se siente muy cómodo en pistas de ensayo pequeñas, pero en la de Casas Novas todo estaba muy bien organizado y podías también calentar fuera con tranquilidad. Luego, en cuanto se pone a saltar, todo es fácil porque tiene fuerza y es limpio.”

El primero y la primera

Que un jinete alemán ganara su primer Gran Premio de la Copa del Mundo en su primera participación en Casas Novas ya tenía un precedente casi idéntico el año previo aunque con un factor adicional más. Philipp Schulze Topphof f ganó la edición de 2021 no solo en su primera presencia en A Coruña sino en su debut en estas series y con una complicación añadida: le tocó salir el primero no solo en el desempate (como Carlos López) sino también en el recorrido previo: “En el desempate no es la mejor posición posible pero en la primera vuelta no me parece tan malo. Me gusta caminar el recorrido, hacer mi plan y cumplirlo, y, muchas veces, cuando ves a otros jinetes salir antes que tú, te entran las dudas, en ocasiones acabas cambiando tu propio plan... y no siempre sale bien”. Aquel día todo sí le salió bien a este joven jinete, entonces solo de 23 años, que tuvo que luchar al cronómetro con otros 6 rivales que hicieron cero como él en la primera vuelta: “Empecé muy bien el desempate, con buen ritmo, luego perdí algo de tiempo pero al final remonté de nuevo. Hubo 2 jinetes que hicieron mejor tiempo que yo, Jos Verlooy y Michael Pender, pero tuve la suerte deque ambos derribaron. Quería ir deprisa pero, sobre todo, quería hacerlo bien. No fue un recorrido perfecto pero fue un buen recorrido, cuando acabé pensé que terminaría 3o o 4o, como mucho 2o, pero no creí que fuera suficiente para ganar. Cuando lo conseguí no me lo podía creer. Era mi primer concurso de la Copa del Mundo y mi primera victoria. Fue totalmente inesperado, me llevó varios días asimilarlo”. La edición de 2021 fue la primera que se celebró tras la pandemia del COVID y se llevó a cabo todavía sin público. El ambiente no fue el habitual ni el deseado pero eso no le restó ni un ápice de emoción al ganador: “Estábamos todos muy contentos por volver a competir y esa alegría se notaba. Está claro que con público todo hubiera sido muy distinto pero como nunca había ganado antes una prueba así me cuesta imaginarlo”. Philipp se impuso en aquel Gran Premio montando a Concordess, la yegua con la que se proclamó Campeón de Europa de Jóvenes Jinetes en 2019 y con la que había ganado su 1a Copa de Naciones con Alemania en Budapest haciendo doble cero: “Es una yegua con un carácter increíble, me ha permitido hacer pruebas que nunca había hecho y me dio la victoria más importante de mi carrera. Cuando está en forma es capaz de saltar cualquier cosa incluso aunque el jinete no sea tan bueno como ella”. Carlos López ganó en A Coruña tras haber triunfado en Madrid, algo que también sucedió con Maikel van der Vleuten. Al neerlandés se le da muy bien nuestro país al igual que a Edwina Tops-Alexander, que ganó en A Coruña tras ser madre como Janne Friederike Meyer- Zimmermann, alemana que logró su 1a Copa del Mundo en su 1a participación en Casas Novas calcando lo sucedido el año anterior con Philipp Schulze Tophoff, al que le tocó salir primero en el desempate...como a Carlos López. El círculo de las coincidencias parece cerrado pero este año probablemente vuelva a abrirse para sumar un nombre más a la lista de vencedores de una competición que ha llegado a Casas Novas para quedarse y que ha traído a Galicia uno de los espectáculos deportivos ecuestres de más alto nivel y espectacularidad del mundo. La Copa del Mundo de A Coruña cumple 7 años... y los que le quedan. ¡Sigamos disfrutando!